En una era en la que prácticamente “respiramos” marcas, crear una no es tan
simple. Las marcas están presentes en
nuestro día a día desde el momento en el que nos despertamos, desde que nos
levantamos y dirigimos a bañarnos, lavarnos lo dientes, nos vestimos o nos
sentamos a tomar desayuno. Consumimos marcas todo el tiempo. Partiendo de esto,
podríamos pensar cuántas marcas podrán existir sólo en el rubro de higiene
personal, ¿cuántas? Entre jabones, shampoos, dentífricos y demás; ¿cuántas más
existirán en el rubro de alimentos o de vestimenta?, sin embargo como todos
sabemos algunas son mucho más consumidas que otras, algunas están mucho más
posicionadas en la mente del consumidor que otras.
Si bien
es casi imposible que alguien pueda predecir el éxito o fracaso de una marca, existen ciertos parámetros que se deberían
tomar en cuenta al momento de crear una.
En esta
ocasión, nos enfocaremos en los parámetros que se deberían considerar al
momento de crear una marca de moda
juvenil. En un principio, elegir un nombre que sea fácil de recordar y
pronunciar; que además sea eufónico, es decir que suene bien; que sea original y que pueda de alguna manera
establecer algún tipo de vínculo emocional con el consumidor, en este caso los
jóvenes.
Teniendo
definido el target group o grupo
objetivo, se deben tener presentes los objetivos a realizar. Como marca, se
debe buscar en primer lugar el conocimiento,
reconocimiento y diferenciación por parte del target, éste es un paso clave
para poder llegar a posicionarse en la mente del consumidor, que él lo conozca,
reconozca y recuerde por ser distinto a las demás marcas.
Ser
distinto a las demás marcas, es decir poder diferenciarse de ellas requiere
también un trabajo arduo. Los valores de una marca ayudan muchísimo a que ésta
se pueda diferenciar del resto.
Valores
como la responsabilidad, la confianza,
la seguridad, la puntualidad atraen al consumidor no sólo para que la
consuma una vez, sino para que poco a poco se vincule de manera emocional con
ella. De igual manera el aspecto visual, sobre todo en este caso en donde la
marca va destinada principalmente a jóvenes. Lograr ser atractivamente visual,
captar su atención, motivar a la compra y causar el impacto suficiente como
para que ese consumidor siga consumiendo la marca.
Utilizar
los recursos que se puedan utilizar, explotarlos al máximo. Recursos como la publicidad, la difusión verbal. La
comunicación con el público joven puede ser algo complicada al principio, más
una vez captada su atención se debe explotar al máximo cada recurso que se
pueda, como por ejemplo el ser recomendados a otras personas.
Debemos
tener presente que una marca no sólo debe vender productos, sino que debe además
hacer y cumplir una promesa al consumidor.
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